La juventud, es el sector de la sociedad con el potencial transformador más grande, sin embargo, las y los jóvenes nos enfrentamos a un reto primordial: que se nos reconozca como el sector más importante y proactivo en el proceso de transformación de nuestro país; pero para ello, primero debemos luchar por que se reconozca al sector joven como tal. 

No existe como tal una definición exacta sobre lo que significa “ser joven”. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), dice que los jóvenes son un sector heterogéneo de la sociedad, en la que se encuentran las personas con las edades comprendidas entre los 12 y los 25 años[1]Por su parte el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dice que se considera como población joven a la población que tiene entre 12 y 29 años[2]. Como ven, no existe ni siquiera un rango de edad establecida de carácter internacional que permita identificar a la juventud.

Si bien el tema parece ser una nimiedad, lo cierto es que, de aquí nace la primera necesidad de las y los jóvenes para ser reconocidos y tomados en cuenta como un sector proactivo de la sociedad. 

En el caso de México, y si tomamos los datos del INEGI, encontramos que, en nuestro país, son jóvenes, alrededor de 37.8 millones de personas[3], es decir, el treinta por ciento de la población nacional. Somos las y los jóvenes un sector importantísimo. 

Ahora bien, tomemos una noción que comparto con el texto que comparte la ONU; el sector joven es un grupo heterogéneo de la población, con características tan variadas, que es posible afirmar que cada comunidad, cada grupo social puede –y de hecho tiene– a su propio tipo de jóvenes. Ojo aquí. 

Comparto parcialmente lo dicho en el párrafo que antecede, puesto que, es bien cierto que las y los jóvenes poseen, de acuerdo con sus comunidades y círculos sociales, distintas motivaciones, perspectivas y problemáticas que resolver; pero, no menos cierto es, que al pertenecer a un grupo etario en común, las y los jóvenes poseen características comunes entre sí; después de todo, las se es joven en una sociedad que enfrenta problemáticas comunes a escala global, y que, por supuesto, deben ser resueltas. 

No obstante lo anterior, es cierto, cada comunidad posee su propio “tipo de jóvenes”; en un mismo grupo de personas, en una comunidad, existen varios círculos de jóvenes que comparten características, preferencias y motivaciones. Por lo que, es bien cierto que la juventud no tiene (no puede y no debe) tener un líder absoluto, después de todo, existen, dentro de estos grupos de jóvenes líderes que abanderan a cada uno de sus círculos; de aquí que como miembros del sector joven, sea nuestra obligación tejer redes de comunicación entre todos estos. 

A nosotros nos toca de ya, rehacer el tejido social, tan lastimado en la actualidad, por las malas (por no decir pésimas) decisiones de quienes nos antecedieron (o que están) en los cargos de representación política y social; y ello nos demanda, objetividad, rectitud y consciencia de la realidad.

En nuestro caso, es importante que comprendamos que, se debe rehacer la casa común, retejiendo los lazos de relación y el tejido social. Es cierto, es un reto enorme y desafiante, más cuando nos damos cuenta que, uno de los factores que contribuyeron al desastre de la sociedad moderna, ha sido la división social. 

Otro factor es claro, la dinámica tan cambiante, tan dinámica y exigente. Nuestro reto como jóvenes es comenzar a ser entes proactivos en el proceso de transformación social, que ahora es tan urgente.


Alan Cortés Romero


REFERENCIAS:

[1] https://www.un.org/es/global-issues/youth#:~:text=No%20existe%20una%20definici%C3%B3n%20internacional,entre%2015%20y%2024%20a%C3%B1os.

[2] De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INE. GI. Comunicado de prensa 436/2022, de fecha 10 de agosto de 2022. (Consultado el 09/03/2023, en: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2022/EAP_Juventud22.pdf).

[3] De acuerdo con el censo de población y vivienda 2020.